Stille Gänge
Quisiera haber conquistado aquella sabiduría milenaria del libro de los Vedas, que enseña que los daños más hondos de mi alma, y todos los dolores que jamás padecí por ella, se deben solamente a que estoy ligada con amorosos lazos a la patria, las gentes y las cosas. Tan ligada que pierdo el sentido de la vida si quedo sin mi pequeño edén. Pero cuando rompo vigorosamente el enredo de los lazos, alcanzo la máxima beatitud. En lugar de un rincón, toda la tierra; en lugar de un ser solo, amo la humanidad entera. Y así libre de las ansias del yo, me queda solamente la suprema conciencia del todo. Amo el musgo que a mis pies se extiende, la flor que en primavera ilumina los prados, la gota de lluvia que humedece la hoja, la colina que dilata infinitamente la mirada. Amo el canto matinal del pajarillo, el viento que silba cabalgando las cimas, el lenguaje que nos faculta para amparar de lo inaudito con el fin de expresar lo más profundo. Amo la frangancia de la hierba recién segada, el tufillo de la madera llevado por el viento invernal, el aroma del vino que llena dulce el vaso. Te amo a ti, cual si estuviera prescrito. Cuando me sublevo contra mis limitaciones: amo ¡ay! y quisiera sin ambargo no amar. "Si no tuviera amor, no sería yo nada"
de HEDWING BORN (HEDI)
le vent nous portera
Volar, como las hojas de otoño,
el viento nos lleva.
Crujir de un lado al otro de la vida,
porque mueres y eres libre.
Dormir entre tus hojas,
de amarillo intenso.
Las dejas caer,
te desprendes.
Tu desnudez muestra
las huellas del tiempo
eres tan desnudo
avanzando paso sobre paso.
Brindas la armonia
en tus diversos tonos,
tan solo un momento
y el viento soplò.
Vanesa Vera Vernhet
Volveràs como semilla. volveràs a florecer.
Blanca flor,
te confundes
entre cantos de atardecer.
Los colores te enmarcan
Pura y clara.
Entre sus manos
ruedas silenciosa,
quizàs sea tu ultimo dìa
aùn asì prefieres
dar aroma de amor.
Vanesa Vera Vernhet
Acumuladas, las veia desde afuera. Me preguntaba, porquè esto de que el tiempo se te junte entre las lluvias; como de un agosto a enero.Entre los espacios vacios de las vertebras, en la minima sustancia de la mente. Como un cruce espacial entre los mares, entre las hojas que han perdido su àrbol. En ese àrbol que se ha quedado allì, desnudo, sin palabras.
El silencio lo ha dicho todo. Era un reflejo lejano, una imàgen invisible a mis adentros.
La ùltima? la ùltima de esas gotas.
texto y fotografia vanesa vera vernhet
Las lágrimas del poeta van al mar para volver a ser vida.
texto y fotografia
Vanesa Vera Vernhet